Con el paso de los, muchos, años
Ves despedirse a mucha, mucha gente.
Con cada uno, esta despedida surgía,
Evaluaba cuidadoso, a veces, los daños,
Agradecido, indignado o aséptico/indiferente.
Hasta que decidí que no la improvisaría,
Que ni fríos ni calientes ni paños ni apaños,
Que los míos se merecen algo diferente,
Recuerdos vivos de penas... y alegrías, sobre todo, alegrías..
De entre todos los insistentes temas,
Escollaba un mensaje recurrente,
¡¡¡Sabía ya cómo me despediría!!!
Una quintilla que reflejara mi flema.
Una obsesión de mente demente:
Unos versos que me describirían.
Ahora restaba encontrar esa gema,
Palabra y palabras, sudor de mi frente,
Algo bonito que así escribiría:
Entre su tiempo y mi tiempo,
lo segundo fue primero,
Me atendió sin mucha prisa,
Fue siempre un caballero
Y al turismo una sonrisa.
Hasta hace no demasiado,
Acrósticos no escribía,
Sonetos, quintillas, pareados,
Todo lo que “mese escurría”,
Ahora parece inapropiado.
Leer el mensaje vertical,
Usando rimas me relaja,
Emplear palabras en el panal,
Gastando las letras de la caja
Olvidar todo, si algo va mal.
Domingo quiso así despedirse,
Osculillos y abrazos por doquier.
Muy suyo, no sé si supo reprimirse,
Intentando las lágrimas contener.
Nadie duda, la emoción terrible.
Gracias a todos por así ser.
Olvidaros no me será posible.
Ves despedirse a mucha, mucha gente.
Con cada uno, esta despedida surgía,
Evaluaba cuidadoso, a veces, los daños,
Agradecido, indignado o aséptico/indiferente.
Hasta que decidí que no la improvisaría,
Que ni fríos ni calientes ni paños ni apaños,
Que los míos se merecen algo diferente,
Recuerdos vivos de penas... y alegrías, sobre todo, alegrías..
De entre todos los insistentes temas,
Escollaba un mensaje recurrente,
¡¡¡Sabía ya cómo me despediría!!!
Una quintilla que reflejara mi flema.
Una obsesión de mente demente:
Unos versos que me describirían.
Ahora restaba encontrar esa gema,
Palabra y palabras, sudor de mi frente,
Algo bonito que así escribiría:
Entre su tiempo y mi tiempo,
lo segundo fue primero,
Me atendió sin mucha prisa,
Fue siempre un caballero
Y al turismo una sonrisa.
Hasta hace no demasiado,
Acrósticos no escribía,
Sonetos, quintillas, pareados,
Todo lo que “mese escurría”,
Ahora parece inapropiado.
Leer el mensaje vertical,
Usando rimas me relaja,
Emplear palabras en el panal,
Gastando las letras de la caja
Olvidar todo, si algo va mal.
Domingo quiso así despedirse,
Osculillos y abrazos por doquier.
Muy suyo, no sé si supo reprimirse,
Intentando las lágrimas contener.
Nadie duda, la emoción terrible.
Gracias a todos por así ser.
Olvidaros no me será posible.
Mi intención era no añadir nada pero no pude reprimir la tentación y lo hice. No puse nada del otro mundo, tan solo un llamamiento a que la gente donara sangre. Hoy, por motivos sobre los que probablemente escriba pronto, me he acordado de esto y he aprovechado para incluirlo en el blog.
Un saludo, Domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario