sábado, 25 de febrero de 2012

Mirando al cielo

Desde hace años quiero tener un telescopio. Mejor dicho, me gustaría tener uno más que tenerlo. Porque alguna vez me he planteado comprarme un telescopio, recuerdo en particular uno de El Corte Inglés online que estaba muy bien de precio. Sin embargo, nunca lo hice porque tenía el convencimiento de que prácticamente nunca lo usaría. Y no solo por la contaminación lumínica propia de nuestras ciudades sino porque no me veía sacando el telescopio de algún cuarto donde estuviera encerrado, montándolo, mirando un rato el cielo y volviendo a guardarlo con la frecuencia adecuada como para que no se me olvidara que el cacharro estaba allí y quedara arrumbado como tantas y tantas cosas.

Sin embargo, he de reconocer que mi interés por las estrellas ha aumentado últimamente. No sé muy bien por qué, quizás por este invierno tan luminoso, muchas tardes/noches, camino del trabajo al coche, contemplo el cielo y veo las estrellas particularmente brillantes. Otras veces simplemente está anocheciendo y me fijo en el punto más luminoso del cielo. No es que fuera especialmente difícil pero ya he aprendido a distinguirlo y a saber que es Venus. De hará un par de meses comentaron que la Luna y Venus iban a estar particularmente juntos.
Hice una foto que no era particularmente buena y que por ahí andará. Desde entonces, siempre que veía un punto muy luminoso pensaba que era Venus y me quedaba tan ancho (y probablemente con razón). Es un gran avance con respecto a otros períodos de mi vida en los que hubiera visto el puntito y habría pensado que era un avión en la lejanía camino de Dios sabe dónde.

De vez en cuando, para asegurarme, saco el móvil y abro la aplicación de Google Sky Map y apunto en dirección a la estrella o grupo de estrellas que me llamen la atención. Sin duda es una aplicación maravillosa si eres aficionado o si, como yo, simplemente tienes curiosidad. Una de las opciones que tiene es la de escribir el nombre del objeto celeste de tu elección y mediante unas flechas, te indica la dirección hacia la que tienes que mirar para poder verlo.

Esta es la aplicación que usé ayer para confirmar mis sospechas anoche cuando al mirar al cielo vi la luna, un poquito más arriba un punto muy luminoso que identifiqué con Venus y todavía un poquito más arriba otro no tan luminoso que supuse que era Júpiter. Desenfundé el móvil, abrí la aplicación y voilà. Esos tres. Orgulloso de mi acierto de principiante, tomé la foto. Lástima que la cámara del móvil no es especialmente buena para fotos nocturnas pero sirvió, es bonita y ahí se puede apreciar lo que viene en la Wikipedia:

http://es.wikipedia.org/wiki/Observaci%C3%B3n_del_cielo#Observaci.C3.B3n_nocturna

No sé si todo el mundo que se ha sentido fascinado por el cielo lo estuvo desde siempre o simplemente la fascinación le llegó. Quizás lo que ocurrió fue que, como yo últimamente, leyeron de forma más asidua lo que otros más inteligentes, más observadores o las dos cosas a la vez habían observado o deducido. En este sentido, es cierto que algunos de los artículos de www.amazings.es o de la gente que sigo en Twitter versan sobre astronomía. He aquí la última píldora que he ingerido en este maravilloso proyecto de divulgación científica: http://amazings.es/2012/01/30/isaac-asimov-la-astronomia-no-esta-renida-con-la-poesia/

Que no te diga que débil es tu brillo,
Que brillas con la luz de mil estrellas,
Rivalizando por el título de la más bella,

No ose zaherirte con palabras el membrillo,
Sepa bien que lo que profiere no es insulto,
Solo le califica de tonto, necio, bobo ...estulto,

Así de grande lo veas, como un castillo,
Le hundirá la envidia en la negra ciénaga,
Y solo iluminará su caída tu luz, luciérnaga.

Un saludo, Domingo.

sábado, 18 de febrero de 2012

El año sigue

Hemos pasado el mes y medio, dos veces lo pasado y serán tres los que hayan transcurrido, cuatro veces esos tres y ya estaremos de nuevo en un año no bisiesto. Conclusión, nos quedan siete veces el lapso de tiempo vivido desde que empezó el año, hasta ahora. Habrá que intentar aprovecharlos habida cuenta de que el siete es un número primo :-).

La intrascendencia del párrafo inicial, unida a la carencia de sodio el el título nos indica bien a las claras que esta es la típica entrada que se pone por rellenar ... o casi. La verdad es que la semana ha pasado rápido pero no ha sido especialmente edificante. Las ganas que periódicamente me entran por hacer algo nuevo se suelen diluir en periodos más o menos largos de tiempo en los que no hago nada de las cosas que se me ocurren llegando de esta forma a un valle que regado por las lluvias de inconformidad que periódicamente lo anegan, concitan de nuevo la aparición de nuevos deseos y anhelos, cuando no planes.

Uno de ellos fue, por ejemplo, vender más barato que Naranjas Lola, cuya web busqué y casi me asusté por los precios que alcanzan sus naranjas. La oferta pública de venta que realicé a amigos y conocidos solo tuvo éxito en los compañeros del fútbol que son los únicos que ahora mismo se están beneficiando de naranjas con el doble de sabor a la mitad de precio. En el trabajo, nada. Ellos se lo pierden

Y mientras tanto, seguimos batiendo récords, negativos en el peso, positivos en la salud y la forma física. Ya hemos conseguido mantener establemente un peso inferior a los 80 kilogramos durante la semana, estando durante algunos momentos incluso por debajo de los 79. Es decir, a cuatro del objetivo y con el propósito de conseguirlo todavía más firme ... si cabe. Con un poco de suerte, cuando algunas de las plantas de mi jardinera recuperen el verdor que otrora tuvieron, ya lo habré conseguido. Y sin un poco de suerte, pues será después, qué se le va a hacer.

Reverdeciendo laureados laureles,
Retorna la siempre alegre primavera,
Paseando a Miss Daisy por la Cibeles. 
Alcahueta, fiel amiga, eventual partera,


Alterando hasta la sangre que no altera,

Un saludo, Domingo.

sábado, 11 de febrero de 2012

Despedidas

Hay despedidas y despedidas. Todos nos despedimos unas cuantas veces al día, de la gente del trabajo, de la gente de la tienda, de la gente que te pregunta cómo se va a Pernambuco ... esas, por conocidas, repetitivas y reiteradas hasta produce cierta pereza llamarlas despedidas pero no dejan de serlo. De estas podríamos distinguir fácilmente dos tipos, las despedidas de personas a las que sabemos que vamos a ver al día siguiente o, como mucho, en unos cuantos días (o meses) y las de las personas que no conoces y de las cuales te despides, posiblemente, para siempre.

Cuando te despides de una persona del primer tipo, ciertamente no piensas en la minúscula posibilidad que hay de no volver a verla nunca más. Cuando te despides de una persona del segundo tipo, ciertamente no piensas en la posiblemente también minúscula posibilidad de que la vuelvas a ver otra vez. ¿Cómo actuaríamos de saberlo?. Pues imagino que en el primer caso nos esmeraríamos más, desearíamos buena suerte y puede que hasta se nos escapara alguna lagrimita. En el segundo caso, sinceramente, no creo que la cosa cambiara mucho.

Pero como decía, hay despedidas y despedidas. Hay despedidas de chichinabo como la que he protagonizado hoy en mi grupo de Hattrick al haber descendido. Es casi ofensivo considerar eso como despedida.Y hay despedidas en mayúsculas. Por ejemplo, hace un escaso mes y medio despedimos a mi suegro. Hace dos o tres días hablaba con el marido de una compañera de trabajo, también compañero nuestro y me contaba lo que quizás yo hubiera podido contar hace unos meses de no haberse desencadenado todo tan rápido. Todo tiene ventajas e inconvenientes y de igual forma que un proceso más largo es más cansado, permite también una despedida más "completa", una despedida más o menos "lúcida".

Intento rebuscar entre mis memorias y no consigo encontrar muchas despedidas importantes. No me pude despedir de mi tía cuando murió, ni siquiera era consciente de la auténtica gravedad hasta que no pasó lo ineludible. No me pude despedir de mi abuelo, aunque en este caso sí que era consciente de la gravedad. No me pude despedir de mi tío, el marido de mi tía que murió tres años después. A pesar de todo en esos casos yo tenía entre 18 y 21 años así que es hasta cierto punto comprensible que todo fuera así. Ya con la edad de Cristo a mis espaldas murió mi tío y tampoco me pude despedir. Por no poder no pude ni asistir al entierro ya que yo estaba entonces en Bratislava. Este caso tampoco es significativo porque además mi tío era esquizofrénico y no sé hasta qué punto hubiera sido posible una despedida "lúcida" tal como decía antes. Finalmente, mi suegro solo estuvo consciente un par de días después de recibir la familia la confirmación de que no había solución posible y que solo se podrían realizar cuidados paliativos. Así que tampoco me pude despedir. Eso por hablar solo de la familia más directa y con la que más contacto he tenido, claro.

Así que por más que rebusco, no he tenido bien la oportunidad, bien la desgracia, de despedirme "lúcidamente". Me pregunto si ahora la tendré con mi abuela. No sé si me gustaría tenerla o no tenerla. En cualquier caso lo que sí me gustaría, aunque sea muy duro, es que la pobre descansara ya. La vejez debería ser para disfrutar uno no para sufrir cada vez más y por los más diferentes motivo y mi abuela no ha tenido esa suerte. A ver cuánto nos dura.

La vida debiera ser
Larga y triunfante carrera
Aceleras de cero a cien,
Y un buen final te espera.

Debiera pero no es,
Quédase solo en carrera,
De obstáculos a fin de mes,
Y averías puñeteras.

Teniendo la vida resuelta,
Tuviste que volver a Málaga
Corriendo de la revuelta,
Mancha verde, mancha aciaga.

En un barecito, de vuelta,
A tus callos los halagan,
En la cocina la más suelta,
Mientras crecía la saga.

Se casaron tus dos hijos,
Y tu marido moría,
Dios lo tenga en su cobijo,
Te sentiste muy querida.


Aciagos nuevos entresijos,
Te esperaban todavía
Desesperaste fijo,
Llorando a ríos a mi tía,

Con más de 90 primaveras,
Y los mareos del revés,
Un día de estos la muerte esperas,
Pensando solo de tres en tres.

Aunque pudiera parecer,
Que ya quisiera que mueras,
Sabes que eso no puede ser,
Que solo una cosa deseé,
Que más no sufras, abuela.



Un saludo, Domingo.

sábado, 4 de febrero de 2012

Armario de sueños

Esta entrada la tenía pendiente desde hace mucho tiempo. No tiene mayor significación y quizás precisamente por ese motivo es por el que ha estado tanto tiempo, primero la foto en el móvil y luego la entrada en borradores.

Debía ser finales de septiembre, calculo, y yo sacaba a pasear al perro. De repente, en uno de los típicos postes con bola que hay en las aceras para evitar que los coches aparquen encima, vi algo garabateado con el típico rotulador indeleble. Me acerqué, lo leí, lo releí ... lo volví a releer y entonces ya entendí y comprendí lo que ¿la chica? había escrito en la susodicha bola.

En mi armario de sueños, y cosas de mentira, quedan la democracia con nuestro amor.

Me gustó la frase, por varias razones, y le hice una foto a la espera de hacerle sitio algún día en el blog. ¿Y qué me llamó la atención? pues la verdad es que no lo recuerdo exactamente, pero me lo imagino. En primer lugar, la letra y la temática hace sospechar de una adolescente. En segundo lugar, el indiscutible acierto de mezclar algo material y tangible con las ficciones y los sueños. Si además a esto le agregamos lo de "nuestro amor", la frase nos evoca un despecho que me atrevería a calificar de "maduro". Al menos muchísimo más que aquella carta que circulaba por internet, la carta de Jeni que hasta sirvió de inspiración a profesores de lengua. Por supuesto que cabe la posibilidad de que solo fuera una chica que escribía una frase que había leído en la carpeta de una amiga que lo mismo las forra con frases como esta como con otras de Rabindranath Tagore. Sin embargo, eso da igual; la imaginación, mi imaginación, esa que concibe y a veces hasta pergeña las cosas de mentira que se meten en los armarios, decidió que era una chica joven especialmente despabilada tras una desilusión, algo que posiblemente no es ni más ni menos probable que lo anterior. 

Y por último, la referencia a la democracia. Un aderezo al guiso con las especias del 15M en mitad de la plaza de la Constitución, que fue donde creo que se concentraron aquí en Málaga.Un aderezo no exento de interés porque contrasta con la idea de la adolescente un tanto ingenua que mi mente había creado para la figura de la autora de la pintada ... si es que se le puede dar ese nombre a pesar de no es más que eso, una pintada en una bola de metal o de pseudpiedra o de lo que sea.

En fin, la verdad es que no sé si el tema da para tanto pero bueno, como el chiste, este es mi blog y escribo de lo que quiero :-).

Y para despedirnos, un intento de remedo de los reversos de Taboada:

Llenos están los armarios,
Ilusiones marchitas y sueños,
Amores preñados de mal fario,
Mentiras vendidas sin dueño.

Mentías tú como los políticos,
Que para sí piden tu voto,
Representantes sifilíticos,
De un genial sistema roto.

En mi armario se desparraman,
Quédate tus besos, tan rastreros,
Que no me digan que me aman,
Ya no os voto, ya no te quiero.

Un saludo, Domingo.