Y por fin acabamos con el tercer tópico que tenía pendiente. Aunque la verdad, ya hace un tiempo que el Higgs no es noticia y hasta yo mismo me cuestiono y si debería escribir y qué sobre ello. Antes de nada, constatar que España no es un país interesado por la ciencia, más bien al contrario. Aquí ya sabemos lo que gusta y lo que nos gusta es que nos gobiernen unos mediocres y nos traten como a tales mientras vemos tele basura y nos sabemos la vida y milagros de los jugadores mediáticos.
Ayer mismo, mientras comía en el típico bar de menú, asistí a la no menos típica (y ahora mismo imagino que efervescente) conversación sobre "lo del Jeque del Málaga". Comentaba alguien que sus intereses eran espurios y en cuanto le habían denegado el permiso para la construcción de un fastuoso edificio en Marbella, había dejado al Málaga en la estacada. Comentaba también algo que yo mismo he dicho algunas veces a quienes, desde fuera de Málaga, pedían la opinión de un malagueño sobre el proyecto deportivo basado en los petrodólares, que a mí nunca me ha gustado porque ya ha pasado otras veces. En particular yo siempre recuerdo el caso del Marbella. Por ese motivo, nunca me he sentido especialmente ilusionado por este Málaga y solo las alabanzas de los medios de comunicación acerca de la profesionalidad de los gestores cataríes me daban algo de esperanza para que no hiriesen de muerte a la maltrecha afición malaguista, compuesta fundamentalmente por empleados y desempleados de todo signo. Mi esperanza, claro está, era sobre todo por estos últimos.
Aunque bueno, no hay mal que por bien no venga. Esperemos que decepciones como esta y, a muchísima distancia, labores divulgativas como las de www.amazings.es , consigan que la gente se aficione a la ciencia. Algo importante al respecto es todo el eco mediático que ha causado el descubrimiento oficial de un bosón compatible con el Higgs.
Vaya por delante que sé del Higgs algo, lo cual es muchísimo más que cualquier peatón común. Vaya también por delante que esa distancia sideral entre lo que yo sé y lo que sabe un peatón común es la misma que hay entre lo que sabe alguien que puede escribir un artículo de divulgación sobre el Higgs, incluso aunque no sea experto. En mi caso, ayuda bastante el hecho de que en su momento estudiara matemáticas. Eso no impide que que me quede con eso de que "el Higgs es el responsable de dotar de masa a las partículas" y que al día siguiente me asombre al saber que "el Higgs solo explica un porcentaje relativamente bajo de la masa". A saber cuántas otras cosas, teorías de cuerdas, funciones de sopas con ondas y dualidades onda/corpúsculo faltan por en medio. Sí, si me las explican con símiles de piscinas, moverse en el agua etc. probablemente las entendería pero en absoluto las comprendería a no ser que trabajara en ello durante mucho tiempo.
En cualquier caso, no me importa. Con lo que sé ya tengo una idea para asombrarme ante lo maravilloso de nuestro universo, el método científico y la belleza matemática de los modelos. Dicho en corto, lo que hace un científico es observar la naturaleza. La naturaleza en principio tiene libertad para comportarse como buenamente le dé la gana. El hombre, incapaz de comprender y aprehender tanta belleza se conforma con lo que considera que es una buena aproximación basada en sus magros conocimientos matemáticos. Y casualmente cuando compara lo que dicen las ecuaciones que debería salir con lo que dice la naturaleza que sale, coinciden con una probabilidad de un 99,9983% (aunque en este caso las matemáticas necesarias ya no sean tan magras).
Ya nos lo decían en la carrera y con el tiempo vas comprendiendo el valor real de tal afirmación. Resulta que nuestro sistema decimal está basado en diez fundamentalmente porque tenemos cinco dedos en cada mano. Si hubiéramos tenido 4 ó 6, muy probablemente lo normal hubiera sido el sistema octagesimal o el duodecimal. Con ellos, no hubiera cambiado mucho salvo que los niños no memorizarían PI como tres catorce y poco más. Los niños seguirían sin saber lo que es el número "e" o menos aún el número aúreo, por ejemplo. Sin embargo, los matemáticos se seguirían preguntando por la longitud de la circunferencia o el área del círculo y PI seguiría saliendo. De igual forma, aparecerían otros números tales como los equivalentes de raíz de dos, raíz de tres, el número de Avogadro ... y también de igual forma al analizar la naturaleza se confirmaría que esos números seguirían apareciendo.
Es decir, números calculados de forma independiente en un papel y considerados interesantes por ser los límites de tal o cual cosa que son útiles para otras continuarían apareciendo de forma todavía más independiente en la naturaleza, como si hubiera un implacable nexo entre el mundo de las ideas y el de las formas físicas que no tiene por qué estar ... pero está. Y no solo eso sino que el juego es pseudofractal. Rascas y rascas intentando llegar a ese lugar donde o bien el mundo de las ideas explique completamente el físico o se muestre totalmente incapaz de hacerlo ... y no lo consigues. Cuanto más sabes más parece que ignores pero a la vez más parece confirmar lo que tú crees que sabes, detectando en una escala inferior cosas similares a las que habías detectado en una superior.
Cierto es que de vez en cuando, aunque cada vez menos, te encuentras con un resultado inesperado y entonces es cuando la comunidad científica hecha humo porque encuentra algo que no se supone que debiera estar. Últimamente, Higss incluido, o encuentras algo que esperabas o si encuentras algo que no esperabas es porque es ya tan particular que aparentemente no tendrá ninguna relevancia sobre todo lo previamente investigado. O eso es quizás lo que les parece a los divulgadores y por lo que no nos enteramos los divulgados.
Como resumen, cada vez que resuenan los ríos de tinta electrónica que hablan sobre algo de ciencia, aparte de intentar leerlo, tengo la esperanza de que consigan atraer a parte de los lectores que buscan ávidamente información sobre el futuro del Málaga mientras reniegan bien del partido que gobierna ahora, bien del que gobernó antes y nunca de ellos mismos que los han estado votando (en el país, la autonomía o el ayuntamiento) durante los últimos 20 años. Por lo que leo, eso tampoco lo hacen muchos de los divulgadores de ciencia así que sé que la esperanza es poca pero ahí está. Algo es algo.
Un saludo, Domingo.
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