sábado, 1 de diciembre de 2012

La Odisea

Las casualidades se dan. No sé si con mayor o menor probabilidad de lo esperado pero se dan. Hubo un momento en que pensé que el inicio y final del paro podrían coincidir con el inicio y final del Ulysses de Joyce. Pero no ha sido así. Ahora pudiera ser que coincidiera con el final de la segunda parte de "Los Pilares de la Tierra", esperemos que sí o incluso antes. Y si no, pues seguiremos intentándolo. En cualquier caso, no tengo derecho a considerarme mejor ni peor que el resto de los millones de parados de España, eso que día a dí viven sin leer su Odisea particular. Y encima llegamos a Diciembre, mes especial por muchos motivos. Habrá que confiar en que sea un mes mejor, si no bueno, para muchos de esos españoles.

Para lo que vengo siendo yo, junto a mí mismo, la verdad es que Noviembre no ha acabado mal. Ayer concretamente me distinguieron como a una de esas personas que durante el año 2011 llegaron a las 100 donaciones. En un sencillo pero muy agradable acto primero leyeron los nombres de los donantes centenarios acabando con el récord de los récords, un hombre (no recuerdo si su nombre era Pedro) que tiene a sus espaldas nada más y nada menos que 270 donaciones. Este hombre se dirigió a nosotros en un pequeño discurso improvisado  que puedo suscribir palabra por palabra. En concreto hizo alusión al orgullo y la satisfacción con la que sales de donde quiera que hayas ido a donar sangre (o cualquiera de sus hemoderivados :-D).

A continuación pasaron por el estrado todas aquellas personas que habían superado las 40 donaciones en las mujeres y las 60 en los hombres, creo. Arriba los esperaban, como a nosotros, el director del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Málaga, Don Isidro Prat, arropado por un par de personas que no sé muy bien quiénes eran porque mi torpeza a la hora de encontrar aparcamiento evitó que pudiera asistir a las presentaciones. Una de ellas era una chica muy joven y bien vestida así que por el perfil imagino que será algún tipo de cargo político. Quizás de la diputación o incluso de la Junta tal como sucedió en aquel acto en Úbeda. Y del tercero la verdad es que ni idea de qué hacía allí pero sin duda que estaba por algún motivo bien fundado :-D.

Tras el paso de estas personas, nos llegó el turno a los "nuevos" del club del numeroso club de los 100. No sé si éramos 5 ó 6. Curiosamente si a los anteriores los habían llamado por orden alfabético a nosotros nos llamaron por orden creciente de donaciones. A mí me llamaron el último, empatado con una o dos personas más con 103 donaciones. Y tras nosotros (que recibimos un bonito pin) recibieron un par de placas dos personas que habían destacado en el área de la promoción, difusión y organización de colectas de sangre.

Ojalá que podamos celebrar las 200. No será mala señal. Y ojalá que el señor de las 270 pueda llegar a las 400. Precisamente lo pensaba durante el acto, dudo que Cristiano Ronaldo o Messi se alegren por los logros del otro. En concreto de los personales. Estoy seguro de que eso no pasa entre los donantes de sangre. Es muy osado hablar por gente que no conoces y más si es por "mucha gente" pero estoy convencido de que la gran mayoría, por no decir todos, lo que quisiera no es llegar a esas 270 donaciones, que también, sino que lo haga cuanta más gente mejor.

La vida es una Odisea. Odisea que incluye leer casi por el placer de leer un relato aparentemente inconexo de 700 páginas y luego un anexo de 300 donde te explican qué quiere decir cada cosa, en qué fallaron en la imprenta y qué debería haber puesto en su lugar. Odisea que incluye leer El Quijote en varios idiomas y disfrutarlo en todos ellos. Odisea que incluye trabajar 12 años en una empresa y luego intentar trabajar desde casa con escaso éxito hasta el momento. Odisea que, por último, incluye ir a donar sangre y plasma de forma regular y tener la suerte de contar con la suficiente salud (a la par que voluntad y constancia) como para llegar a las 100 donaciones.

Pues bien, en esa Odisea que es la vida, hay tiempo para muchas cosas. Tiempo para alegrarse por aquellos pocos a los que todos les va bien. Tiempo para ver a una mujer de 92 años rodeada de gente que la quiere sin que ella sepa quiénes son mientras se muestra visiblemente confusa por lo que pasa en su cabeza. Tiempo para recordar los buenos y malos tiempos junto a los que ya se fueron. Hay tiempo para casi todo y lo primero para lo que vamos a encontrar tiempo es para levantar esto a pesar de nuestra clase política. Pero antes de que se cayera, durante y después espero seguir encontrando tiempo para acercarme a donde quiera que en ese momento estén o vayan a estar donando sangre en Málaga:
http://www.donantesmalaga.org/donar/proximas-colectas-en-malaga

Un saludo, Domingo.

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