sábado, 3 de noviembre de 2012

Nuevas experiencias

Tres meses después de mi último trabajo, no he podido resistir la tentación y he vuelto a hacerlo. No es que quisiera pero es que ciertamente hay tentaciones con las que directamente no se puede. Esta semana pasada he estado probando cómo era eso de trabajar desde casa y lo he estado haciendo con una empresa que me ha tenido a prueba. La semana que viene recibiré la confirmación o su ausencia pero por lo pronto me vale para sacar alguna que otra conclusión:

  1. Para que una empresa sea buena solo necesita estar bien gestionada. Yo pensaba que en esta me darían algún tipo de trabajo durante esta semana, algo así como: "dadle algo al becario y vamos viendo cómo es". Sin embargo, la semana trataba sobre sus procesos, te enseñaba cómo estaban estructurados, cómo funcionaban ... y después te hacían pasar diferentes pruebas de todo tipo. He de decir que he quedado gratamente impresionado por cómo tienen montado el chiringuito.
  2. Trabajar en Europa con horario estadounidense es posible. Sin embargo, requiere que la empresa permita una cierta libertad de horario porque las 11 de la noche de España se corresponden con las 5 de la tarde de la costa Este, las 4 en el centro o incluso las 3 en la Costa Oeste. Con estas diferencias es obvio que tanto la comida como la cena pueden resultar afectadas. Para poder cenar en familia, una solución podría ser que te dejaran entrar antes de tiempo y también salir antes de tiempo. Sinceramente ignoro cómo se las arreglan en la India aunque me puedo hacer una idea. Si el sueldo en ambos casos es el mismo, en la India es como si te pagaran 6000 euros al mes por trabajar de noche o parcialmente de noche.
    Aquí, por ese dinero, te lo puedes pensar. Algo así como si te fueras a Alemania un año y además ves más a la familia y te ahorras los aviones. En cambio por 1000 ó 1500 euros al cambio, a los cuales habría que sustraer los 300 euros del autónomo, como que ya pierde atractivo.
  3. El primer día de trabajo se hace igual de eterno en todos los trabajos. Ciertamente yo solo he tenido uno hasta ahora pero lo comparo, por ejemplo, con la vuelta de vacaciones.
  4. Los sistemas de Google, correo, documentos compartidos y demás, son ideales para este tipo de trabajo. Si a ello le sumas una buena organización, comunicación mediante Skype que también permite compartir pantalla, llamadas internacionales a bajo coste y demás, todo se facilita sobremanera.
  5. Las máquinas virtuales estilo Amazon son casi obligatorias. Si necesitas realizar alguna prueba, levantas la máquina virtual y ya tienes tu ordenador disponible para trastear sin miedo a lo que pueda pasar porque en el peor de los casos borras la copia que se ha estropeado, haces una nueva de la original y "palante".
  6. Trabajar desde casa no supone trabajar menos, más bien al contrario. Y no solo porque en tu casa no haya horarios porque los horarios te los puedes imponer tú y además las plataformas de Freelances como oDesk o eLance tienen aplicaciones para llevar un seguimiento del tiempo que trabajas, incluyendo la toma de "fotos" de tu pantalla o de tu webcam para asegurarle a tu empleador que realmente estabas trabajando y no mirando el Marca. Es decir, que sabes que vas a trabajar (por ejemplo) 40 horas a la semana y además esas 40 horas deben ser horas productivas. Afortunadamente para mí esta parte no creo que sea un problema, aunque para otros parece que sí porque hay quien se dedica a crear y ejecutar programas que simulan actividad en la máquina mientras se van a tomar el café ... o lo que sea.
  7. Echo de menos el Office en inglés. En español los atajos de teclado no son los mismos y se pierde mucho tiempo. Aparte, como no quiero utilizar software ilegal, ahora mismo tengo la versión gratuita de Office que traía el portátil más el Open Office, que está muy bien para salir del paso pero sin duda no es lo mismo.
  8. Si no fuera contratado, definitivamente intentaría seguir por el mismo camino, buscando un horario que me permita comenzar a las 9 de la mañana. Comenzar a las 2 está muy bien pero acabar a las 10 ó a las 11 ya no tanto. Y si no, pues bueno, siempre se puede probar y, si no te gusta, dejar tirada a la empres. Eso parece que fue lo que hizo la persona que ocupaba el puesto para el que ahora se plantean contratarme. Yo, si me comprometo, es para cumplir mi palabra. Para equivocarse echándome ya están las empresas ;-).
Así que nada, dentro de unos días sabré si vuelvo pronto a la rueda y en qué condiciones o si seguiremos pescando en aguas internacionales.
 
Un saludo, Domingo.


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