No es la primera vez, ni probablemente será la última, que comento que ya apenas veo televisión. El otro día, en uno de los pocos blogs que sigo a través de Google Reader, aconsejado por mi compañero Sergio y que versa sobre cómo mantenerse en forma, tener cuidado con la alimentación y similares, el autor daba varias razones que suscribo plenamente. Es otra cosa más de las aconsejadas en ese blog que curiosamente yo ya hacía y más desde que he en los últimos años seguimos en la búsqueda de un cada vez mejor estado físico.
De hecho, el paso de las Navidades sin gran estrago aparente redobla en mí la intención de continuar el asalto a los 75 kilos desde los ligeramente menos de 80 en los que estoy ahora. Lo que no hay forma de mejorar es mi puntería de cara a puerta aunque también es verdad que la mejor forma física sí que va ayudando a controlar mejor y a irse en velocidad de los pocos que tienen escasa velocidad punta.
Sin embargo, no era esto lo que me ha llamado la atención hoy. Sí que lo ha hecho el llegar a casa de mis padres, encender la televisión a la hora de comer y ver un coro de carnavales con un ¿guitarrista? (fue muy rápido pero me pareció guitarra más que bandurria) conocido. Uno que además anda bastante perdido. Y no solo eso, justo el siguiente reportaje empezaba con un lugar también muy conocido por donde paso últimamente, entre otras cosas, para donar sangre. Por cierto, si no recuerdo mal, llevo 3 donaciones (he decidido que las 100 primeras no valen :-D) desde que empezara a donar hace casi 15 años.
Por lo demás, poco. Esta semana ha sido bastante liviana en lo que al trabajo se refiere. Sí que es cierto que empecé el lunes bastante descansado tras las vacaciones navideñas pero es igualmente cierto que el descanso había desaparecido al tercer día, si no al segundo :-). Así que nada, la próxima semana volveremos ya a la tónica habitual, con todo lo que ello implica.
Un saludo, Domingo.
Domingo, es una bandurria ;-)
ResponderEliminarEspero hablar pronto contigo.
Un abrazo.