sábado, 28 de enero de 2012

La salida de la crisis

Como si no hubiera nadie escribiendo sobre esto, gente no solo mucho más preparada que yo sino conscientes de muchísimos más detalles que a mí seguro que se me escapan ... como si no hubiera nadie ... ahora llego yo, no sé si a cantar distinto, pero al menos sí a cantar sereno.

Hablaba hace una semana con Jesús y ambos coincidíamos en que la cuestión no era cuándo se saldría de la crisis, puesto que hacer cábalas al respecto es bastante inútil (y esto también lo han demostrado gente mucho más preparada y conscientes de muchísimos más detalles que a nosotros se nos escapan) sino cómo se saldría de ella o, casi mejor, qué estaba en nuestra mano hacer para que cuando llegue la tan ansiada salida, nos pille lo mejor preparados posible.

No ha mucho, re-comenté la analogía del globo de helio que se pinchaba y las posibles formas de proceder, bien gastando el helio intentando llegar al destino para repararlo allí, bien bajando, intentar reparar sobre la marcha y proseguir el camino. Ambas opciones y hasta una combinación de ambas son más que aceptables, al menos para nuestro ejercicio. Supongamos que ya hemos decidido una y podemos suponer que (por analogía con la situación actual pero sin perjuicio de que las medidas del anterior gobierno hubieran sido otras aunque con idéntico resultado) o bien hemos parado el globo y resulta que no podemos arreglarlo o solo parcialmente y tenemos que proseguir en circunstancias muy limitadas, o bien una racha de viento nos ha apartado de nuestro destino y estamos ahora con el combustible todavía más justo si cabe y con la misma avería. Optamos por la decisión que más nos convenza o incluso por la única posible, da igual la que sea.

Eso sí, en lo que sí debemos empezar a pensar es en en llegar en el mejor estado posible, cuando no en planes de emergencia. Por ejemplo, si nos está dando mucho el sol, mejor será ponerse un pañuelito en la cabeza, no vaya a ser que encima al llegar nos tengan que internar en un hospital por insolación. Si no tenemos agua, podemos intentar dirigirnos hacia el río más cercano que tengamos en dirección al destino o, de no haber, economizar la que tengamos. Si hemos parado para arreglar el globo en un poblado donde nos reciben unos amables lugareños que lamentablemente no nos pueden ayudar a arreglar el globo pero que sí nos dan alojamiento .... si estamos heridos tendremos que procurar recuperarnos antes de emprender el viaje, tendremos que intentar molestar lo menos posible, no acabar con sus reservas por su bien ... y por el nuestro, no vaya a ser que cuando podamos reparar el globo pesemos 150 kilos, por ejemplo.

Si estamos en el aire tendremos que "reducir gastos", deshaciéndonos de todo lo que pese y no nos sirva. El yunque que íbamos a llevar a nuestro tío el herrero, por mucho cariño que le tengamos (al tío, quiero decir) quizás no es lo mejor para que comparta canasta con nosotros. Tendremos que intentar conseguir más hidrógeno si ello es posible, por ejemplo si nos encontramos con que hay un globo griego caído en el camino con sus tripulantes muertos pero con uno de los tanques intactos. Tendremos, fundamentalmente, que usar el sentido común.

Si a todo eso le unimos una gran orientación, un buen conocimiento de la naturaleza y la mitad de los recursos de McGyver, seguro que llegamos al destino con más hidrógeno del que teníamos al empezar y con los abdominales de Cristiano Ronaldo. Dicen que en japonés uno de los kanjis de la palabra "crisis" significa "oportunidad" y es que el que no se consuela es porque no quiere. Una vez un jefe me dijo que la ida de un compañero particularmente valioso había que verla como la oportunidad de sacar más gente de la cantera que tomara su relevo. Yo le contesté que a la fuerza ahorcaban, que en realidad lo primero que había que intentar era que no se fueran los compañeros valiosos y que, solo en el caso de haber fallado en la que debería ser nuestra prioridad, teníamos que empezar a pensar en lo de sacar a un canterano a ver si daba la casualidad que eran como los del Barcelona.

Una vez dicho esto, los lugares comunes sobre los que conversamos, resta la parte más complicada, aquella sobre la que no estábamos de acuerdo. Creí entender su preferencia por salir de la crisis a base de industria, con el problema de que los costes de producción son aquí sensiblemente más altos que en otros lugares, por ejemplo China. Y que no sería hasta que se igualaran estos costes cuando las empresas empezarían a venirse aquí. Esto es parcialmente cierto, muchísimas empresas del mundo "desarrollado" de deslocalizan y pasan a instalar gran parte de sus instalaciones en países emergentes como los "BRIC", Brasil, Rusia, India y China o, en España también Argentina más que nada por una cuestión cultural y de idioma. Pero tampoco deja de ser cierto que el país más industrializado de Europa es Alemania y allí el coste de producción es todavía mayor que el nuestro. Entra por tanto en liza el concepto de la productividad.

Aparte de la productividad, muchísima gente tiene la idea preconcebida (y probablemente cierta) de que en Europa se ha buscado activamente una desindustrialización de países como España, especializándonos básicamente en el turismo y poco más (ese poco no es tan poco e incluye a la construcción). Yo hace tiempo que pensé, y pienso, que la salida de España vendrá marcada fundamentalmente por el turismo. Que aquí no vamos a salir de la crisis, nos van a sacar, que es muy distinto. Sin embargo, tampoco podemos cruzarnos de brazos y esperar a que lleguen turistas, ni siquiera a ir a buscarlos a sus países y contarles lo bueno que es el clima aquí y lo bien que se vive. Ni siquiera a contarles que se vive tan bien que se podrían venir a jubilarse aquí y así de paso nos quitan una casa de ese stock inmobiliario que tanto trabajo nos va a costar digerir.

Tampoco podemos pensar que si los "guiris" se vienen aquí y nos compras miles de casa en la costa, el sector del ladrillo se reanimará y generaremos miles de empleos (en vez de los millones de antes) de baja cualificación. Debemos hacer lo que hizo Steve Jobs con el iPod, el iPhone o el iPad y convertirnos en potencias de algo que la gente va a querer aunque todavía no lo sabe. Pero bueno, eso es otra cosa.

Hablábamos de cómo saldremos y comentaba que nos sacarán y no será a base de industria. En primer lugar porque no creo que haya tanta gente con el dinero en el colchón esperando a que España baje costes para poner una empresa. Alguno habrá, bancos sobre todo pero la mayoría posiblemente está invirtiendo en economías pujantes. Recordemos que básicamente hay algunos países muy mal (España) otros medio estancados (Alemania o EEUU) pero en otros como los BRIC no están, ni mucho menos tan mal. Bueno, Brasil dicen que se está frenando, con China se especula mes sí mes no sobre cuándo explotará su burbuja pero en cualquier caso, si todos los países menos el sur de Europa salen de sus crisis, España saldrá sola, venderá hortalizas, venderá turismo, casas y casi cualquier otra cosa que vendiera hace 5 años.

Y ya está porque me quedo sin tiempo. A ver si otro día continúo aunque ya más o menos creo que lo he comentado todo.

Un saludo, Domingo.

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